domingo, febrero 14, 2016

¡¡¡MI CENA DE SAN VALENTIN!!! ( gastronomic experience )



Noche del 13 de Febrero.
La ciudad, por mantenerse fiel a su política de "en este jodío sitio no hay quien pare", nos obsequia con viento racheado y una lluvia de esa que cae de medio lado contra la que no hay paraguas que resista....pero se ponga como se ponga la climatología, hoy es una noche estupenda porque...

¡Tengo una cita!

"¿y tu como te llamas"
"Pos yo Genaro"
"Y yo Ambrosio"
"Jo pos estas mu rico Ambrosio"
"Gracias cari"

Pues sí,: yo, el equivalente a la gordita con gafas a la que nunca sacaba nadie a bailar y se pasaba la fiesta sentada en un rincón viendo bailar a las zorras de sus amigas guapas con los chorbos de la fiesta mientras en su cabeza recreaba pesadillas de fuego y destrucción masiva sobre todos los invitados...

¡yo tengo una cita para cenar esta noche!

Creo que es la primera vez desde mi "amanecer gay" que he tenido una cena de San Valentín así en un sitio público sin importarnos nada lo que diga la gente y tal....ya, tú estás en la Gran Ciudad y eso te suena superfluo pero aquí "in the country", en donde llevamos al menos una década de retraso en cuanto a visibilidad y esas cosas, ¡me ha hecho ilusión!
Y encima yo, ¡yo mismo! he tenido la suerte de compartir la cena con el que ahora ha ascendido al estatus de Sex-Machine. 
¿O te creías que había ido con la compañía de un gato metido en una cesta? ¡Pérfida!
Pues no, fui con Sex-Machine, y además visitamos uno de los restaurantes de moda en la localidad:


...de moda en buena parte porque está regentado por una de las celebrities locales, el chef Miguel Cobo famoso tras su participación en la primera edición del programa "Top Chef"


...así como alto y guapón, con una nariz de boxeador, es verdad, pero en conjunto él resulta agradable y atractivo...¿o será el imán de estrella de la farándula?...¡ahhhhh! ( suspiro ).
El local es así de guay:


...así que no faltaba nada: restaurante chulón, chef guapote, enfrente Sex Machine ceñido y sudoroso a pesar de la noche infame ( "Groarrrr" dije yo, pero lo primero era cenar y luego groarrr ), ¿qué más podía pedir? El maître seguramente nunca encontró tanta abundante carne de hombre sentada en tan reducido espacio, pero si esto le sobresaltó no dijo nada, nos dejó la carta, hicimos nuestras elecciones y he aquí el menú que compartimos antes de hacer temblar la jungla con nuestros rugidos:

Pastel templado de pato, foie, manzana y pistachos con vinagreta
de frutos silvestres


Ejem, ahora lo veo así y parece un poco una caca de perro colocada con maestría sobre unas perlitas de cosas y una salsilla colorada, jaja, pero es culpa mía que la imagen no me quedó muy afortunada, ¡eh!
Estaba bastante bueno, sobre todo gracias a unas tostaditas de pan de orejones que ponían como acompañamiento, pero no para volverse loco.
Puntuación: un 6.

Croquetas melosas de nuestros mejores guisos


Sex Machine se pirra por las croquetas así que ¿como no iba a pedirle croquetas yo? ¡hasta hago la croqueta con él sobre el colchón si lo considera necesario!
En esta elección -de entrante compartido, porque ni siquiera mi Sex-Machine se mete al cinto nueve croquetas para él solo y sale airoso del intento- quizás pecamos de tradicionales pero ¡oh!, ¡ah!, nos encantaron estas croquetas tan ligeras de textura y a la vez tan sabrosas. De repetir.
Puntuación: un 8.

La elección de Sex-Machine:
Rape con salsa de hongos.


Pues este rape con unas verduras poco cocinadas y un caldo clarito en el fondo al que yo encontré hasta alguna reminiscencia oriental, estaba ¡de mega-muerte! Qué buena elección del plato principal hizo mi Sex-Machine, pero es que él todo lo hace bien y cuando digo todo es TODO-TODO-TODO.
Puntuación: un 9. Como yo solo lo caté no puedo valorar más, pero estaba muy rico.

Mi elección:
Mil hojas de rabo de toro, patatas souflé, chalotas glaseasdas
y acompotados vegetales


Mi elección principal.
"Tócate los cojones MariPuri, y eso que este era el vegano, si llega a ser carnivoro se come una oveja cruda" dirás tú, oh insolente lector.
Bueno, pues lo pedí porque me dio por ahí y la verdad aún estando bueno quedé un poco decepcionado porque ni encontré el efecto "mil hojas" por ningún sitio, ni encontré las "patatas souflé" por ningún sitio, había unas -muy pocas- patatas en la base pero nada de souflé. 
Sí que había en cambio mucha carne de rabo ( "¿y para qué tanto rabo ahora con todo el que te vas a comer después conmigo?" apuntó pícaramente Sex-Machine...¡nooo, no lo dijo, jajajaja ), pero en general no me entusiasmó.
Puntuación: otro 6.

¡Y ahora llegamos a los postres!

Sex-Machine, machote de costumbres, se decantó por la...

Torrija del país con helado de coco y sopa de vainilla y piña


Yo no lo probé pero atendiendo a los comentarios de Sex-Machine, experto en torrijas ( no en "llevar una torrija encima que no me entero" sino en torrijas de las de comer ), se declaró satisfecho aunque le hubiera sobrado la sopa de piña que le aguachinó un poco el conjunto y restaba sabor al helado de coco. Aún así, yo creo que él le hubiera dado un...
Puntuación: 7

Y el equivalente a la gordita de gafas de la fiesta -yo- pellizcándome por poder estar compartiendo ese momentazo con Sex Machine, me decanté por...

Platano, caramelo, helado de quesillo, bizcocho aireado y matices dulces


("¿Plátano?" dijo Sex-Machine con sonrisa seductora "¿es que no te parece bastante todo el plátano que te vas a comer desp.."¡que noooo, que no lo dijooooo!)
Como puedes ver en la fotografía se les había terminado el bizcochuelo y en su lugar ponían esa falsa cereza de en medio que tenía algo de fruto rojo por fuera y algo parecido al queso por dentro.
Sorpresa: algo sobre el plátano o lo demás era similar a esas cosas que comíamos de pequeños que cuando te los ponías sobre la lengua crepitaban y explotaban, ¡flipé un poco con eso!
Total, que no siendo yo nada de postres lo encontré agradable, muy ligero y divertido, así que...
Puntuación: un 8.

Lo único que me falta de reseñar es la atención al cliente y esa fue....

¡IMPRESIONANTE!

A pesar de tener el restaurante lleno, todo el mundo ( desde el encantador maître hasta cualquiera de los camareros ) fueron amabilísimos, encantadores, se mostraron preocupadísimos por nuestro bienestar y el servicio fue ágil y sin esperas. Al final el mismo Miguel Cobo pasó por todas las mesas a saludar a los clientes e interesarse por la opinión de todo el mundo -algo que debe ser habitual en estos restaurantes pero que dejó impactado a un country-boy como soy yo e imagino que hice un poco el chucho con la lengua fuera y meneando el rabete-...en fin, que mi valoración en este apartado es:
Puntuación: 10.

Echando las cuentas y haciendo la media, la nota para el restaurante "Cobo Vintage" va a resultar ser de un........


Así que enhorabuena al equipo del restaurante y oye, la próxima vez que mi Sex-Machine necesite proteínas podéis estar seguros de que vamos a contar  con vosotros.

De lo que pasó más tarde en la tempestuosa noche burgalesa entre yo y mi acompañante no te puedo contar nada, pero siendo el día que es hoy tengo que dejar una cancionaza de amor de esas de poner los pelos de punta para bailar amarrado a tu chulángano pensando que ahí en ese momento estás en el mejor sitio de todos los sitios del mundo en donde podrías estar, tú ya me entiendes...


¡Feliz San Valentín a todos!