domingo, noviembre 23, 2008

TORCHWOOD: un western futurista y crepuscular ( 7 )


OWEN

Sinopsis:..mmm, por donde iba, es que veo a este pedazo de yo-que-sé así en actitud reflexiva y espiritual, y se me salen todos los demonios concupiscentes que llevo dentro. Guau. Guau-guau.
Tras esta leve salida de tiesto, eeeerr....ssssi, creo que los chicos de Torchwood se habían dado un piñazo con el avión, un piñazo que no fue tan malo como podía haber sido gracias a el anónimo "control de tierra" que se hizo cargo de los mandos del avión. Este Jack tiene siete vidas como los michines...

Milagrosamente todos seguían en sus asientos: Thosiko llorando histérica, Cucú palpando a un enojado Fufú en busca de traumatismos graves, pero todos vivos. El único que no estaba en su lugar era Jack, que ahora forcejeaba con la portezuela de entrada intentando abrirla, cuando una voz grave ordenó:

- ¡Apártese de la puerta! Voy a abrirles una salida…

Jack se volvió corriendo agachándose en el pasillo entre Cucú y yo, entonces la misma voz gritó:

-¡Bien, cúbranse la cabeza con las manos, cierren los ojos y en un momento estarán libres!

Obedecimos y unos segundos después un estremecimiento sacudió el maltrecho avión. Al levantar la vista, el lado del avión donde antes estaba la puerta había desaparecido y solo quedaba un gran agujero por el que entraba viento y polvo de nieve.

-¡Mi aviooooon! –aulló Toshiko-.

…luego entró una figura corpulenta embutida en un inmenso anorak y todos –a excepción de Jack, claro- rompimos a gritar. La figura se quitó la capucha dejando al descubierto un cabello rubio oscuro, después se quitó las gafas de esquiador y la bufanda que cubría su nariz y su boca, revelando un atractivo rostro bronceado en el que brillaban unos ojos oscuros como carbones ardiendo. Al sonreir con un destello blanco que el mismo Jack envidiaría, Thosiko dejó de llorar y Cucú dejó caer a Fufú al suelo.

-Hola, me llamo Owen…¡caray, llevaba tres años en el servicio de vigilancia para la seguridad aérea de la montaña y es el primer avión que pasa!

Sentí mi organismo dividido entre la atracción sexual hacia el bello Owen y unos celos miserables cuando Jack llegó hasta él, le estrechó la mano y dijo:

-Encantado. Soy el capitán Jack Harkness, y este es mi equipo, Torchwood.

“Jódete. Soy Torchwood…” murmuró Cucú sombría ”…ahora es cuando le casca la pulserita”. Pero Jack no pestañeó y Owen, aparentemente fascinado por Jack tampoco dijo nada, solo siguió estrechando la mano del capitán durante tanto rato que logró que Cucú añadiera, esta vez en voz alta:

-No es posible que todos los tíos que se nos cruzan pierdan aceite. ¿Es cosa de tu capitán o es esta la causa del fin de la raza humana? ¿Es que ya no hay hombres que se interesen por una mujer con lo que hay que tener?

-Yo tuve una novia tailandesa que disparaba pelotas de pingpong con el chocho-dije pensativo sin quitar ojo a la mirada interminable que Jack y Owen mantenían-.

-Pues no pones tu alto el listón ni nada –gruñó Cucú- ¿”pelotas con el chocho”?…Joder.

-Para empezar, hay que disponer de chocho –apuntó Toshiko con una sonrisa pérfida y supe que se iba a preparar-.

-Malditos amarillos –rugió Cucú- ¿ Y si friego todo el pasillo de la avioneta con ese puto chocho del que dices disponer? Porque yo todavía no lo he visto…

-¡Señoras, por favor! –sugirió Jack- Este caballero va a acompañarnos al refugio donde podremos comer algo, asearnos…y calentarnos, ¿verdad Owen?

Mis ojos habrían caído de las órbitas si hubiesen sido de quita y pon, y sospecho que también los de Cucú y Thosiko, pero Jack soltó un “¡Ha-ha-ha!” y exclamó en tono jovial:

-¡En marcha,o se nos helará el trasero!

…bastante rato después Thosi, Cucú y yo ( si, y también Fufú)estábamos sentados en la cabaña de Owen rodeados en el exterior de oscuridad, viento aullador y nieve, pero con una gran hoguera en la chimenea que los tres contemplábamos pensativos.

No me pasó inadvertido el codacito que la japonesa dio a Cucú, repentinamente hermanadas en la desgracia, antes de que la segunda estirase los brazos simulando un bostezo y preguntase:

-Eh, panoli, ¿Dónde carajos estará nuestro capitán Jack?

-Espero que no a más de cincuenta metros, o tus sesos y los mios quedarán esparcidos por este saloncito.

-Ooooh, creo que nuestra compañera Cucú no se refiere a la distancia –intervino Thosiko-sino a qué diablos puede estar haciendo.

-¡Precisamente, precisamente, compañera de escuadrón! –rió Cucú y su cochino gato negro se le subió a las rodillas y empezó a hacer patitas como si se hubiese apuntado a la guasa- Somos el puto Torchwood y vamos a salvar la Tierra, ¿no?

“¡Yak-yak-yak!”, rió Thosiko demostrando con ello el excesivo tiempo que había pasado en compañía de coyotes.

-¿Me estais queriendo decir algo, “compañeras de escuadrón”?-murmuré huraño-.

-¡Oh, cielos, no lo sé! –exclamó Cucú en una pésima interpretación melodramática- ¡Pero es nuestro capitán, y ese Owen a quien no conocemos fue a enseñarle las duchas!...panoli, el destino del planeta está en nuestras manos y tú, tú…

Thosiko extendió el dedo índice y el meñique de su mano derecha silbando algo que asocié con los rodeos y esos cowboys que montan vacas de cuernos enormes, entonces me puse en pie mientras ambas se tronchaban de la risa y anuncié:

-Echaré un vistazo. Por mi seguridad y por la vuestra, pelanduscas.

“¡Oh, si, salvanos!”, quedaron gritando y riendo, mientras yo subía una escalera de madera chirriante en medio de una cálida penumbra.

“Esto no es posible, Jack no me haría eso, ¿verdad?” me dije con escaso convencimiento. El pasillo superior era un túnel oscuro a excepción de una línea de luz en la puerta del fondo, de donde llegaba el rumor del agua corriente pero ningún sonido más.

“Confía en él, joder. Es por él por lo que te has dejado meter en este rollo, ¿no?...¿entonces?...”

Entonces seguí caminando despacio, intentando no hacer sonar las viejas tablas del suelo hasta alcanzar la puerta. Desde donde estaba olía el jabón y el vapor de agua caliente, sin duda era allí…

“No necesitas hacerlo” dijo mi voz interior “Ni siquiera deberías…”

…pero la puerta estaba entreabierta, sólo tuve que empujarla un poco y vi una imagen reflejada en el espejo parcialmente empañado…

..vi el cuerpo desnudo y atlético de Owen de espaldas a mi, sus grandes dorsales y su culo perfecto, con las manos de Jack en sus hombros, un Jack con la camisa desabrochada y los dedos de Owen jugando en su pecho mientras buscaba con su boca la boca del capitán empleando para ello suaves movimientos de cabeza que Jack cada vez rechazaba en menor medida…

…aunque parezca mentira ví los ojos de Jack mirándome desde el maldito espejo, ví como sus brazos descendían poco a poco hasta agarrar el trasero de Owen para atraerlo hacia sí y ¡por Dios”, le ví sonreírme como si aquello careciese de importancia.

No le devolví la sonrisa.

Volví a la oscuridad del pasillo, apoyándome contra una pared, sintiendo doloroso hasta el aliento que corría por mi garganta, conteniendo el abrasador esfuerzo de respirar…preguntándome cuantas opciones había tenido yo para encontrarme donde estaba, si era justo todo eso, si Jack sólo había desactivado mi sensor de localización porque sabía que yo no tenía ningún sitio donde ir, ni refugio ni salida…

“Y ahora que no dependo de su jodida frecuencia cardiaca, ¿Qué me impide pegarte un tiro, señor Jack? ¿Qué me impide mataros a él y a ti?”

…pero eso Jack también lo sabía.

Tras estos instantes de insoportable tensión dramática, recordar lo del copyright ese, bla, bla, bla, que al Jack se lo comía todo y no dejaba nada ( todo lo más, los calcetines )...oh, y para quienes sientan curiosidad por conocer al auténtico capitán, los sábados por la noche en la cadena de televisión Cuatro, están reponiendo Torchwood, a una hora infame pero ahí está. Adelanto desde ya que Jack no enseña más centímetros de piel de los que requiere el reconocimiento de su personaje, lamentable pero es así.

Como siempre, por su apoyo técnico y sobre todo espiritual, un beso a mi Rosa de Fuego... ¡cielos, veo que tengo pendiente otro capítulo de sus "renglones torcidos", el serial hermano mayor del mio! Voy p'allá...

Feliz semana a todos, guapos.