Estos son mis deseos para ti,
que llegas hasta mi en esta noche hermosa y fría:
Un fuego para calentar tus pies.
Una escudilla de sopa humeante y un trozo de pan crujiente,
y hambre y salud para disfrutarlos.
La presencia de todos los bendecidos por tu corazón
para que puedan coger tu mano
y recordarte, sin palabras, sus sentimientos.
Un minuto de caridad para el peregrino
que ha de cruzar la oscuridad rodeado de hielo y viento helado.
Ni un instante para el odio, la pena o la nostalgia,
que se fundan en las llamas de esta hoguera,
pues no son buenos compañeros bajo este cielo sin estrellas.
Y al terminar, deposita las migajas en el alfeizar de tu ventana,
y por la mañana el canto de los pájaros te despertará de tu sueño.
que llegas hasta mi en esta noche hermosa y fría:
Un fuego para calentar tus pies.
Una escudilla de sopa humeante y un trozo de pan crujiente,
y hambre y salud para disfrutarlos.
La presencia de todos los bendecidos por tu corazón
para que puedan coger tu mano
y recordarte, sin palabras, sus sentimientos.
Un minuto de caridad para el peregrino
que ha de cruzar la oscuridad rodeado de hielo y viento helado.
Ni un instante para el odio, la pena o la nostalgia,
que se fundan en las llamas de esta hoguera,
pues no son buenos compañeros bajo este cielo sin estrellas.
Y al terminar, deposita las migajas en el alfeizar de tu ventana,
y por la mañana el canto de los pájaros te despertará de tu sueño.
Feliz noche a todos, habitantes de la montaña.