lunes, febrero 01, 2016

EL ATARDECER GAY



Hoy, sea por haber dormido dos horas nada más o por haber estado jugando con el móvil a desencadenar una epidemia que extermine a toda la Humanidad ( no me lo he inventado, miralo aquí ), tengo sentimientos un poco negativos y en vez de publicar el post de C.C.Catch que tenía en el tintero voy a hablar de un tema un poco deprimente.

Un tema que nunca he visto tratado en ningún sitio a pesar de la gran cantidad de blogs y páginas mariconiles -dicho de manera afectuosa- que frecuento: pueden hablar de cruising, de saunas, de locales de ambiente, de "música-gay", de "películas-gay" o de "novelas-gay"; encontrarás que te hablan de accesorios sexuales, del último chulazo de moda, incluso los más serios te informarán de métodos profilácticos, enfermedades de transmisión sexual, homofobia, política y legislación relacionada con los derechos de los homosexuales y todos esas cuestiones que ahora mismo no recuerdo pero seguro que tú podrías mencionar.

En cambio nadie habla del "atardecer gay"...

¿Y en que consiste esa putada?

Pues en que vale hoy, eres joven y hermoso -o gracioso y libidinoso sin más-, los años que tienes por delante parecen interminables y es posible que no te plantees las cosas a largo plazo...¡pero amigo!: incluso tú que disfrutas a tope los placeres de la vida venerando el culto al instante presente y vives el día de hoy sin pensar en el futuro, incluso a ti si vives lo suficiente van a llegar los efectos del paso del tiempo. Y puede ocurrir -es más, es bastante probable que ocurra- que si no eres uno de los privilegiados integrantes del escaso tanto por ciento de la población gay que ha encontrado una pareja estable, te encuentres no tardando mucho a un pie de la jubilación, viviendo solo y con la vida sexual de una rana de río dejada caer en medio del desierto: es decir, arrugado como una pasa y preguntándote que cojones ha pasado para verte ahí  tan solo, tan agobiado y achuchado....y claro que esa posibilidad de terminar tu vida viejo y solo no es ni mucho menos exclusiva del personal homosexual pero tal como pintan por lo general las relaciones entre caballeros en cuanto a estabilidad y durabilidad, es muy posible que dentro de veinte, treinta o cuarenta años tú o yo estemos sudando y pasándolas putas como esa pobre rana antes mencionada.

¿Que qué pretendo con estas reflexiones aparte de amargarte un poco la tarde?

Pues la verdad es que nada. 

Todo lo más aconsejarte que disfrutes intensamente el momento porque cuando transcurre la cantidad de años suficiente, me parece que cualquier tiempo pasado termina de verdad por ser mejor. 

Y decirte que no tardes demasiado en darte cuenta que, superados esos agobios que le da a uno el convivir, al final casi siempre es mejor tener a alguien alrededor.

¡O eso dicen estos!: