Pues no, no tengo perro, pero estos próximos días voy a intentar encontrar la manera de reproducir este momento... como veis el maromo que contempla el oceáno no tiene a mano nada más que el chucho y un libro, y esos van a ser mis propósitos:
Dejar descansar mis neuronas de tecno-cacharritos y dejar descansar también al prójimo, dedicándome solo a la lectura, la reflexión y la vida retirada.
Mandar a Sue Ellen a una clínica de desintoxicación y según salga directa de vuelta a Dallas, para dejar de ser el chismorreo de amigos y vecinos.
Encontrar el modo de pisar el pedal de freno al tiempo para que la vida se ralentize y que estos quince días me sepan por lo menos a ochenta.
Correr y andar mucho, respirar aire libre...
...y ¡ser feliz!
Como inevitable banda sonora de esta mini-despedida, aquí va el siguiente popurrí que, como no, tiene su explicación: cuando yo era muuuuuuy-muuuuuuuuy pequeñito, a la progenitora alguien le regaló el disco de estas chicas y con él nos torturó medio verano haciéndolo sonar en nuestra casa las veinticuatro horas del día. Durante el otro medio -en plenas vacaciones playeras- encontró un pub regentado por ingleses borrachines que también pasaban el día escuchando una y otra vez el mismo disco y si no hubiésemos alquilado un apartamento creo que nos hubieramos instalado allí a pasar el mes, jajaja.
Quizás por eso los veranos siempre me suenan a "bugui-bugui", y también por eso no encontré mejor manera de poner música a este comienzo de vacaciones que esta:
¡Feliz Agosto a tod@s!
( La imagen de cabecera pertenece al artista Steve Walker. La música, a cargo de las increíbles...¡The Star Sisters! )